Los neumáticos suelen rotarse para permitir un desgaste uniforme de las llantas. En líneas generales, se considera que los neumáticos delanteros suelen desgastarse mucho más rápido que los neumáticos traseros.
Un desgaste uniforme de las llantas permite que, al manejar, se tenga una respuesta rápida en los giros del volante, que se mantenga la maniobrabilidad y se mejore la tracción en las curvas.
La rotación de neumáticos no asegura que las 4 llantas del vehículo se desgasten en exactamente el mismo tiempo, pero si no se llevara a cabo la rotación de llantas, se podría dar el caso de tener llantas delanteras desgastándose muchos meses antes que las traseras.
Rotar las ruedas del vehículo no sólo permite homogenizar el desgaste de las llantas, sino que también permite preservar el balance de maniobrabilidad y tracción.